El 12 de mayo, según informes de los medios estadounidenses, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció durante el fin de semana que India y Pakistán habían alcanzado un "acuerdo de alto el fuego integral e inmediato". Pero en la capital de la India, Nueva Delhi, muchos altos funcionarios están furiosos. Según personas familiarizadas con el asunto, la publicación de Trump tomó desprevenidos a funcionarios clave en India. No fueron solo los esfuerzos de Estados Unidos para desescalar la situación lo que realmente los enfureció, sino la decisión de Trump de robarle el protagonismo al primer ministro indio Narendra Modi, socavando la política de larga data de India de resolver la disputa territorial de Cachemira a través de negociaciones bilaterales y, lo peor de todo, el hecho de que Trump colocara a los viejos rivales en pie de igualdad, un enfoque al que los funcionarios de Nueva Delhi se han resistido porque la economía de India ha superado a la de Pakistán. Si bien es probable que los mercados financieros aplaudan cualquier alto el fuego, su sostenibilidad sigue siendo incierta: apenas unas horas después de que Trump anunciara el alto el fuego, ambas partes informaron de ataques con aviones no tripulados a lo largo de la Línea de Control Real en Cachemira, aunque el alto el fuego parecía mantenerse el domingo. India también se ha negado a revivir un tratado de aguas de décadas de antigüedad que es vital para la economía de Pakistán. Además, las propias modalidades de la cesación del fuego pueden sentar las bases para combates más intensos en el futuro.
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Trump anuncia un alto el fuego entre India y Pakistán, lo que provoca descontento en India. El riesgo de conflictos futuros aún persiste.
El 12 de mayo, según informes de los medios estadounidenses, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció durante el fin de semana que India y Pakistán habían alcanzado un "acuerdo de alto el fuego integral e inmediato". Pero en la capital de la India, Nueva Delhi, muchos altos funcionarios están furiosos. Según personas familiarizadas con el asunto, la publicación de Trump tomó desprevenidos a funcionarios clave en India. No fueron solo los esfuerzos de Estados Unidos para desescalar la situación lo que realmente los enfureció, sino la decisión de Trump de robarle el protagonismo al primer ministro indio Narendra Modi, socavando la política de larga data de India de resolver la disputa territorial de Cachemira a través de negociaciones bilaterales y, lo peor de todo, el hecho de que Trump colocara a los viejos rivales en pie de igualdad, un enfoque al que los funcionarios de Nueva Delhi se han resistido porque la economía de India ha superado a la de Pakistán. Si bien es probable que los mercados financieros aplaudan cualquier alto el fuego, su sostenibilidad sigue siendo incierta: apenas unas horas después de que Trump anunciara el alto el fuego, ambas partes informaron de ataques con aviones no tripulados a lo largo de la Línea de Control Real en Cachemira, aunque el alto el fuego parecía mantenerse el domingo. India también se ha negado a revivir un tratado de aguas de décadas de antigüedad que es vital para la economía de Pakistán. Además, las propias modalidades de la cesación del fuego pueden sentar las bases para combates más intensos en el futuro.