La Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha llevado a cabo reuniones intensivas sobre tres importantes proyectos de ley de criptomonedas: el "Proyecto de Ley de Claridad del Mercado de Activos Digitales" (CLARITY Act), el "Proyecto de Ley Anti-CBDC" (Anti-CBDC Act) y el "Proyecto de Ley de Innovación y Establecimiento de Establecoins de EE. UU." (GENIUS Act), siendo el proyecto GENIUS firmado y entrado en vigor por el presidente Trump el 18 de julio de 2025. Estos tres proyectos de ley no actúan de manera aislada, sino que forman un conjunto de medidas regulatorias lógicas y de amplio alcance, destinadas a crear un entorno de desarrollo más independiente y con mayor espacio para la innovación en el ecosistema Web3, mediante la clara delimitación de la regulación, la restricción del desarrollo de las monedas digitales del banco central (CBDC) y la regulación del mercado de stablecoins. No solo llenan el vacío regulatorio existente desde hace mucho tiempo, sino que también promueven conjuntamente el desarrollo independiente de las finanzas descentralizadas y el ecosistema tecnológico al redistribuir el poder regulatorio, aclarar las reglas del mercado y eliminar la competencia de las monedas digitales estatales. Estos proyectos de ley no solo cierran el vacío regulatorio existente, sino que también, al redistribuir el poder, definir los límites de las reglas y eliminar la competencia potencial, trazan un camino único para el desarrollo de las criptomonedas y el ecosistema Web3 en EE. UU.
Marco regulatorio: de la concentración a la descentralización
El núcleo de la Ley CLARITY radica en establecer un marco regulatorio claro para el mercado de activos digitales, diferenciando claramente las categorías de activos digitales: valores, mercancías o stablecoins, para dividir las responsabilidades regulatorias entre la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC). Según esta ley, los activos digitales que cumplen con los estándares de descentralización se clasifican como "mercancías digitales", bajo la supervisión de la CFTC, mientras que los activos que tienen propiedades de contrato de inversión se consideran "valores digitales", que continúan bajo la supervisión de la SEC. Esta división aborda la incertidumbre legal que ha afectado a los activos criptográficos debido a la falta de claridad en la regulación. Sin embargo, los criterios para determinar la "descentralización" son ambiguos, lo que lleva a que algunos activos estén sujetos a una doble regulación tanto de la SEC como de la CFTC, o que caigan en un vacío regulatorio debido a la falta de reglas. Esto incrementa los costos de cumplimiento para las empresas y también plantea nuevos desafíos para la colaboración entre las agencias reguladoras. A pesar de esto, la Ley CLARITY introduce un paradigma regulatorio más flexible en el mercado criptográfico al transferir parte del poder regulatorio de la SEC, conocida por ser estricta, a la CFTC, que es relativamente amistosa con la innovación, proporcionando espacio para la innovación en el ecosistema Web3.
El proyecto de ley GENIUS se centra en la regulación de las stablecoins y tiene como objetivo establecer el primer marco regulatorio federal integral para las stablecoins vinculadas al dólar. Este proyecto de ley exige que los emisores de stablecoins obtengan una licencia federal y aseguren que mantengan reservas de dólares o activos líquidos equivalentes que correspondan 1:1 con las stablecoins, al mismo tiempo que cumplen con las regulaciones contra el lavado de dinero y de protección al consumidor. Su marco regulatorio tiende a integrar las stablecoins en el sistema bancario existente, permitiendo a los bancos federales chartered emitir stablecoins y asegurando su estabilidad a través de estrictos requisitos de reservas y divulgación. Este modelo regulatorio de "prioridad federal" concentra la mayor parte de la autoridad regulatoria en agencias federales, requiriendo que la regulación a nivel estatal cumpla con los estándares federales para participar. Este proyecto de ley allana el camino para la legalización de los sistemas de pago y las aplicaciones de finanzas descentralizadas, complementando la regulación de activos digitales en términos amplios del proyecto de ley CLARITY.
El marco regulatorio de la ley Anti-CBDC se centra en las restricciones, prohibiendo explícitamente a la Reserva Federal emitir monedas digitales de banco central (CBDC) directamente a individuos y prohibiendo su uso para implementar políticas monetarias u otros fines. A diferencia de la regulación activa de las leyes CLARITY y GENIUS, la lógica de la ley Anti-CBDC es excluir, a través de la legislación, la competencia potencial de las monedas digitales lideradas por el gobierno en el mercado de criptomonedas. Su marco regulatorio no aborda la formulación de reglas de mercado específicas, sino que establece líneas legales claras para evitar que la Reserva Federal amplíe su control directo sobre los mercados financieros a través de las CBDC. Este marco restrictivo contrasta fuertemente con la regulación constructiva de las leyes CLARITY y GENIUS, pero al proteger la privacidad financiera y limitar la intervención gubernamental, proporciona una importante garantía política para las criptomonedas descentralizadas y el ecosistema Web3.
Objetivo principal: equilibrar la innovación, la estabilidad y la protección de la privacidad
El objetivo central de la ley CLARITY es proporcionar claridad regulatoria, reducir la incertidumbre legal en el mercado de activos criptográficos y, por lo tanto, fomentar el desarrollo del mercado y la participación de los inversores. Al clarificar la clasificación regulatoria de los activos digitales, la ley aborda la larga "lucha de poder" entre la SEC y la CFTC, proporcionando a los participantes del mercado un camino de cumplimiento predecible. Los activos descentralizados se clasifican como mercancías reguladas por la CFTC, lo que significa que estarán sujetos a una regulación que se enfoca más en la integridad del mercado y la gestión de riesgos, en lugar de los estrictos requisitos de divulgación de información de la SEC. Esta división regulatoria reduce la carga de cumplimiento de los proyectos descentralizados y también proporciona un mayor espacio para el desarrollo de derivados criptográficos. Esto significa que la ley CLARITY, al impulsar el poder regulatorio hacia la CFTC, apoya las características descentralizadas del ecosistema Web3, fomentando su crecimiento en un entorno regulatorio relativamente más flexible.
El objetivo principal de la ley GENIUS es regular y promover el desarrollo del mercado de las stablecoins, asegurando que su aplicación en los pagos y en el ámbito DeFi se realice de manera segura y conforme a la normativa. Esta ley refuerza la confianza del mercado en las stablecoins al exigir a los emisores de stablecoins que mantengan reservas adecuadas y cumplan con estrictas medidas de protección al consumidor, atrayendo así más fondos institucionales al mercado de criptomonedas. La ley se centra más en la estabilidad financiera y la protección del consumidor, mejorando la legitimidad y credibilidad de las stablecoins al incorporarlas en el sistema bancario. La ley establece que los titulares de stablecoins tienen derecho a ser pagados con prioridad en caso de quiebra, lo que refuerza la confianza de los inversores. Esta ley proporciona una base sólida para el desarrollo normativo del mercado de las stablecoins, creando condiciones para la expansión de aplicaciones financieras y de pago en Web3.
El objetivo principal de la ley Anti-CBDC es proteger la privacidad financiera y reducir la posibilidad de que el gobierno intervenga en las actividades financieras personales a través de activos digitales o utilice activos digitales para la regulación macroeconómica. La ley prohíbe explícitamente a la Reserva Federal emitir CBDC dirigidos a individuos y limita su implementación de políticas monetarias a través de criptomonedas, reflejando la profunda preocupación de algunos sectores políticos de EE. UU. y de la comunidad cripto respecto al monitoreo financiero centralizado. Este objetivo se alinea estrechamente con la intención original del nacimiento de criptomonedas descentralizadas como Bitcoin, que busca proporcionar alternativas financieras resistentes a la censura y que protejan la privacidad mediante medios tecnológicos. Al excluir potenciales competidores como los CBDC a través de la legislación, la ley Anti-CBDC reserva espacio en el mercado para criptomonedas descentralizadas y aplicaciones Web3, evitando la presión directa que podría traer una moneda digital estatal. Aunque esta ley no aborda directamente la elaboración de reglas del mercado, al reforzar la "narrativa descentralizada", proporciona un importante respaldo político para el desarrollo independiente del ecosistema Web3.
Impacto en Web3: Construir un "camino estadounidense" de desarrollo independiente
La aprobación de la Ley CLARITY, al inclinar el enfoque regulatorio hacia la CFTC, impulsará el desarrollo descentralizado del ecosistema Web3. El estilo regulatorio más abierto de la CFTC en comparación con la SEC, especialmente en la experiencia de regulación del mercado de derivados, la hace más adecuada para manejar la complejidad de los activos descentralizados. La atención de la CFTC a la manipulación del mercado y el riesgo sistémico, en lugar de la estricta aprobación previa, proporciona un entorno de innovación más flexible para proyectos Web3 como intercambios descentralizados y organizaciones autónomas descentralizadas. Además, la ley establece una base para el desarrollo adicional del mercado de derivados de criptomonedas al aclarar las propiedades de mercancía de activos como el bitcoin, atrayendo así la participación de más inversores institucionales.
La ley GENIUS aprobado regula el mercado de las stablecoins, proporcionando un apoyo clave para los pagos y las aplicaciones DeFi en Web3. Las stablecoins, como "moneda programable" en el ecosistema Web3, desempeñan un papel central en el préstamo, la liquidación y el mercado de activos tokenizados. La ley GENIUS ofrece garantías legales para la expansión de estos escenarios de aplicación al asegurar la seguridad y la conformidad de las reservas de stablecoins. El apoyo a la ley impulsa la ampliación del uso de stablecoins como USDC en los protocolos DeFi.
La ley Anti-CBDC, al prohibir a la Reserva Federal emitir CBDC, ha despejado un potencial "competidor estatal" para el ecosistema Web3, asegurando el espacio de mercado para las criptomonedas descentralizadas en los ámbitos de pagos y almacenamiento de valor. La aprobación de esta ley refuerza la visión de Web3 de independencia del sistema financiero centralizado tradicional, especialmente en términos de privacidad financiera y resistencia a la censura. La ley, al limitar las monedas digitales dominadas por el gobierno, apoya indirectamente el estatus de activos descentralizados como Bitcoin como herramientas de protección de la privacidad. Además, la señal política de la ley consolida aún más la confianza de la comunidad cripto en que Estados Unidos, a nivel federal, no intervendrá directamente en el ecosistema cripto a través de CBDC. En general, la ley Anti-CBDC proporciona un importante espacio político y de mercado para el desarrollo independiente de Web3, impulsando su continua exploración en el camino de la descentralización.
Efecto de sinergia de la ley: modelando juntos el futuro de Web3
En resumen, las tres leyes anteriores, al colaborar entre sí, han formado una cadena lógica de regulación única que ha preparado el "camino estadounidense" para el desarrollo independiente de Web3. La ley CLARITY ha debilitado el control estricto de la SEC sobre los proyectos descentralizados al redefinir las responsabilidades regulatorias entre la SEC y la CFTC, inclinando el enfoque regulatorio hacia la CFTC más abierta, lo que proporciona espacio para la innovación en Web3. La ley GENIUS, al regular el mercado de stablecoins, ha proporcionado legalidad y estabilidad para las aplicaciones de pago y financieras en Web3, aumentando la confianza del mercado y la participación institucional. Por otro lado, la ley Anti-CBDC, al excluir la competencia e intervención de las monedas digitales estatales, ha reservado el núcleo del mercado para las criptomonedas descentralizadas y el ecosistema Web3, evitando la amenaza potencial de la intervención gubernamental. La acción conjunta de estas tres leyes ha creado un entorno regulatorio complejo pero con mayor espacio para la innovación, menos restringido por la regulación de valores tradicionales y aislado de la competencia directa de las CBDC, impulsando sustancialmente al mundo Web3 hacia una evolución independiente del sistema financiero centralizado tradicional.
Mientras tanto, la aprobación de las leyes CLARITY, GENIUS y Anti-CBDC marca una transformación estratégica en la regulación de las criptomonedas en Estados Unidos. Estas tres leyes no son simples parches políticos, sino que a través de una compleja descentralización regulatoria, la normalización de las stablecoins y una combinación de restricciones a las monedas digitales de los bancos centrales, delinean un "campo de pruebas" más independiente para el ecosistema Web3. La ley CLARITY proporciona un marco normativo claro para el mercado de activos digitales, la ley GENIUS allana el camino para el desarrollo conforme de las stablecoins, y la ley Anti-CBDC protege la privacidad financiera, salvaguardando así el ecosistema descentralizado. A pesar de que persisten la complejidad y la incertidumbre regulatoria, estas tres leyes apuntan a un futuro claro: los derivados de criptomonedas y las stablecoins ocuparán un lugar central en el mercado, la CFTC desempeñará un papel regulador más importante, y un ecosistema Web3 alejado del control del banco central crecerá de manera estable en medio de un complejo juego de reglas.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Investigación internacional de Guotai Junan: el sistema regulatorio "genial" del mundo Web3.0
La Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha llevado a cabo reuniones intensivas sobre tres importantes proyectos de ley de criptomonedas: el "Proyecto de Ley de Claridad del Mercado de Activos Digitales" (CLARITY Act), el "Proyecto de Ley Anti-CBDC" (Anti-CBDC Act) y el "Proyecto de Ley de Innovación y Establecimiento de Establecoins de EE. UU." (GENIUS Act), siendo el proyecto GENIUS firmado y entrado en vigor por el presidente Trump el 18 de julio de 2025. Estos tres proyectos de ley no actúan de manera aislada, sino que forman un conjunto de medidas regulatorias lógicas y de amplio alcance, destinadas a crear un entorno de desarrollo más independiente y con mayor espacio para la innovación en el ecosistema Web3, mediante la clara delimitación de la regulación, la restricción del desarrollo de las monedas digitales del banco central (CBDC) y la regulación del mercado de stablecoins. No solo llenan el vacío regulatorio existente desde hace mucho tiempo, sino que también promueven conjuntamente el desarrollo independiente de las finanzas descentralizadas y el ecosistema tecnológico al redistribuir el poder regulatorio, aclarar las reglas del mercado y eliminar la competencia de las monedas digitales estatales. Estos proyectos de ley no solo cierran el vacío regulatorio existente, sino que también, al redistribuir el poder, definir los límites de las reglas y eliminar la competencia potencial, trazan un camino único para el desarrollo de las criptomonedas y el ecosistema Web3 en EE. UU.
Marco regulatorio: de la concentración a la descentralización
El núcleo de la Ley CLARITY radica en establecer un marco regulatorio claro para el mercado de activos digitales, diferenciando claramente las categorías de activos digitales: valores, mercancías o stablecoins, para dividir las responsabilidades regulatorias entre la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC). Según esta ley, los activos digitales que cumplen con los estándares de descentralización se clasifican como "mercancías digitales", bajo la supervisión de la CFTC, mientras que los activos que tienen propiedades de contrato de inversión se consideran "valores digitales", que continúan bajo la supervisión de la SEC. Esta división aborda la incertidumbre legal que ha afectado a los activos criptográficos debido a la falta de claridad en la regulación. Sin embargo, los criterios para determinar la "descentralización" son ambiguos, lo que lleva a que algunos activos estén sujetos a una doble regulación tanto de la SEC como de la CFTC, o que caigan en un vacío regulatorio debido a la falta de reglas. Esto incrementa los costos de cumplimiento para las empresas y también plantea nuevos desafíos para la colaboración entre las agencias reguladoras. A pesar de esto, la Ley CLARITY introduce un paradigma regulatorio más flexible en el mercado criptográfico al transferir parte del poder regulatorio de la SEC, conocida por ser estricta, a la CFTC, que es relativamente amistosa con la innovación, proporcionando espacio para la innovación en el ecosistema Web3.
El proyecto de ley GENIUS se centra en la regulación de las stablecoins y tiene como objetivo establecer el primer marco regulatorio federal integral para las stablecoins vinculadas al dólar. Este proyecto de ley exige que los emisores de stablecoins obtengan una licencia federal y aseguren que mantengan reservas de dólares o activos líquidos equivalentes que correspondan 1:1 con las stablecoins, al mismo tiempo que cumplen con las regulaciones contra el lavado de dinero y de protección al consumidor. Su marco regulatorio tiende a integrar las stablecoins en el sistema bancario existente, permitiendo a los bancos federales chartered emitir stablecoins y asegurando su estabilidad a través de estrictos requisitos de reservas y divulgación. Este modelo regulatorio de "prioridad federal" concentra la mayor parte de la autoridad regulatoria en agencias federales, requiriendo que la regulación a nivel estatal cumpla con los estándares federales para participar. Este proyecto de ley allana el camino para la legalización de los sistemas de pago y las aplicaciones de finanzas descentralizadas, complementando la regulación de activos digitales en términos amplios del proyecto de ley CLARITY.
El marco regulatorio de la ley Anti-CBDC se centra en las restricciones, prohibiendo explícitamente a la Reserva Federal emitir monedas digitales de banco central (CBDC) directamente a individuos y prohibiendo su uso para implementar políticas monetarias u otros fines. A diferencia de la regulación activa de las leyes CLARITY y GENIUS, la lógica de la ley Anti-CBDC es excluir, a través de la legislación, la competencia potencial de las monedas digitales lideradas por el gobierno en el mercado de criptomonedas. Su marco regulatorio no aborda la formulación de reglas de mercado específicas, sino que establece líneas legales claras para evitar que la Reserva Federal amplíe su control directo sobre los mercados financieros a través de las CBDC. Este marco restrictivo contrasta fuertemente con la regulación constructiva de las leyes CLARITY y GENIUS, pero al proteger la privacidad financiera y limitar la intervención gubernamental, proporciona una importante garantía política para las criptomonedas descentralizadas y el ecosistema Web3.
Objetivo principal: equilibrar la innovación, la estabilidad y la protección de la privacidad
El objetivo central de la ley CLARITY es proporcionar claridad regulatoria, reducir la incertidumbre legal en el mercado de activos criptográficos y, por lo tanto, fomentar el desarrollo del mercado y la participación de los inversores. Al clarificar la clasificación regulatoria de los activos digitales, la ley aborda la larga "lucha de poder" entre la SEC y la CFTC, proporcionando a los participantes del mercado un camino de cumplimiento predecible. Los activos descentralizados se clasifican como mercancías reguladas por la CFTC, lo que significa que estarán sujetos a una regulación que se enfoca más en la integridad del mercado y la gestión de riesgos, en lugar de los estrictos requisitos de divulgación de información de la SEC. Esta división regulatoria reduce la carga de cumplimiento de los proyectos descentralizados y también proporciona un mayor espacio para el desarrollo de derivados criptográficos. Esto significa que la ley CLARITY, al impulsar el poder regulatorio hacia la CFTC, apoya las características descentralizadas del ecosistema Web3, fomentando su crecimiento en un entorno regulatorio relativamente más flexible.
El objetivo principal de la ley GENIUS es regular y promover el desarrollo del mercado de las stablecoins, asegurando que su aplicación en los pagos y en el ámbito DeFi se realice de manera segura y conforme a la normativa. Esta ley refuerza la confianza del mercado en las stablecoins al exigir a los emisores de stablecoins que mantengan reservas adecuadas y cumplan con estrictas medidas de protección al consumidor, atrayendo así más fondos institucionales al mercado de criptomonedas. La ley se centra más en la estabilidad financiera y la protección del consumidor, mejorando la legitimidad y credibilidad de las stablecoins al incorporarlas en el sistema bancario. La ley establece que los titulares de stablecoins tienen derecho a ser pagados con prioridad en caso de quiebra, lo que refuerza la confianza de los inversores. Esta ley proporciona una base sólida para el desarrollo normativo del mercado de las stablecoins, creando condiciones para la expansión de aplicaciones financieras y de pago en Web3.
El objetivo principal de la ley Anti-CBDC es proteger la privacidad financiera y reducir la posibilidad de que el gobierno intervenga en las actividades financieras personales a través de activos digitales o utilice activos digitales para la regulación macroeconómica. La ley prohíbe explícitamente a la Reserva Federal emitir CBDC dirigidos a individuos y limita su implementación de políticas monetarias a través de criptomonedas, reflejando la profunda preocupación de algunos sectores políticos de EE. UU. y de la comunidad cripto respecto al monitoreo financiero centralizado. Este objetivo se alinea estrechamente con la intención original del nacimiento de criptomonedas descentralizadas como Bitcoin, que busca proporcionar alternativas financieras resistentes a la censura y que protejan la privacidad mediante medios tecnológicos. Al excluir potenciales competidores como los CBDC a través de la legislación, la ley Anti-CBDC reserva espacio en el mercado para criptomonedas descentralizadas y aplicaciones Web3, evitando la presión directa que podría traer una moneda digital estatal. Aunque esta ley no aborda directamente la elaboración de reglas del mercado, al reforzar la "narrativa descentralizada", proporciona un importante respaldo político para el desarrollo independiente del ecosistema Web3.
Impacto en Web3: Construir un "camino estadounidense" de desarrollo independiente
La aprobación de la Ley CLARITY, al inclinar el enfoque regulatorio hacia la CFTC, impulsará el desarrollo descentralizado del ecosistema Web3. El estilo regulatorio más abierto de la CFTC en comparación con la SEC, especialmente en la experiencia de regulación del mercado de derivados, la hace más adecuada para manejar la complejidad de los activos descentralizados. La atención de la CFTC a la manipulación del mercado y el riesgo sistémico, en lugar de la estricta aprobación previa, proporciona un entorno de innovación más flexible para proyectos Web3 como intercambios descentralizados y organizaciones autónomas descentralizadas. Además, la ley establece una base para el desarrollo adicional del mercado de derivados de criptomonedas al aclarar las propiedades de mercancía de activos como el bitcoin, atrayendo así la participación de más inversores institucionales.
La ley GENIUS aprobado regula el mercado de las stablecoins, proporcionando un apoyo clave para los pagos y las aplicaciones DeFi en Web3. Las stablecoins, como "moneda programable" en el ecosistema Web3, desempeñan un papel central en el préstamo, la liquidación y el mercado de activos tokenizados. La ley GENIUS ofrece garantías legales para la expansión de estos escenarios de aplicación al asegurar la seguridad y la conformidad de las reservas de stablecoins. El apoyo a la ley impulsa la ampliación del uso de stablecoins como USDC en los protocolos DeFi.
La ley Anti-CBDC, al prohibir a la Reserva Federal emitir CBDC, ha despejado un potencial "competidor estatal" para el ecosistema Web3, asegurando el espacio de mercado para las criptomonedas descentralizadas en los ámbitos de pagos y almacenamiento de valor. La aprobación de esta ley refuerza la visión de Web3 de independencia del sistema financiero centralizado tradicional, especialmente en términos de privacidad financiera y resistencia a la censura. La ley, al limitar las monedas digitales dominadas por el gobierno, apoya indirectamente el estatus de activos descentralizados como Bitcoin como herramientas de protección de la privacidad. Además, la señal política de la ley consolida aún más la confianza de la comunidad cripto en que Estados Unidos, a nivel federal, no intervendrá directamente en el ecosistema cripto a través de CBDC. En general, la ley Anti-CBDC proporciona un importante espacio político y de mercado para el desarrollo independiente de Web3, impulsando su continua exploración en el camino de la descentralización.
Efecto de sinergia de la ley: modelando juntos el futuro de Web3
En resumen, las tres leyes anteriores, al colaborar entre sí, han formado una cadena lógica de regulación única que ha preparado el "camino estadounidense" para el desarrollo independiente de Web3. La ley CLARITY ha debilitado el control estricto de la SEC sobre los proyectos descentralizados al redefinir las responsabilidades regulatorias entre la SEC y la CFTC, inclinando el enfoque regulatorio hacia la CFTC más abierta, lo que proporciona espacio para la innovación en Web3. La ley GENIUS, al regular el mercado de stablecoins, ha proporcionado legalidad y estabilidad para las aplicaciones de pago y financieras en Web3, aumentando la confianza del mercado y la participación institucional. Por otro lado, la ley Anti-CBDC, al excluir la competencia e intervención de las monedas digitales estatales, ha reservado el núcleo del mercado para las criptomonedas descentralizadas y el ecosistema Web3, evitando la amenaza potencial de la intervención gubernamental. La acción conjunta de estas tres leyes ha creado un entorno regulatorio complejo pero con mayor espacio para la innovación, menos restringido por la regulación de valores tradicionales y aislado de la competencia directa de las CBDC, impulsando sustancialmente al mundo Web3 hacia una evolución independiente del sistema financiero centralizado tradicional.
Mientras tanto, la aprobación de las leyes CLARITY, GENIUS y Anti-CBDC marca una transformación estratégica en la regulación de las criptomonedas en Estados Unidos. Estas tres leyes no son simples parches políticos, sino que a través de una compleja descentralización regulatoria, la normalización de las stablecoins y una combinación de restricciones a las monedas digitales de los bancos centrales, delinean un "campo de pruebas" más independiente para el ecosistema Web3. La ley CLARITY proporciona un marco normativo claro para el mercado de activos digitales, la ley GENIUS allana el camino para el desarrollo conforme de las stablecoins, y la ley Anti-CBDC protege la privacidad financiera, salvaguardando así el ecosistema descentralizado. A pesar de que persisten la complejidad y la incertidumbre regulatoria, estas tres leyes apuntan a un futuro claro: los derivados de criptomonedas y las stablecoins ocuparán un lugar central en el mercado, la CFTC desempeñará un papel regulador más importante, y un ecosistema Web3 alejado del control del banco central crecerá de manera estable en medio de un complejo juego de reglas.